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¿Por qué me duele la grasa de las piernas?

Si no sabes qué es el lipedema, se trata de una enfermedad identificada por causar una inflamación dolorosa en las piernas, acompañada de hinchazón y pesadez en la zona afectada.

Esta enfermedad supone un deterioro en la calidad de vida de las pacientes, ya que, conlleva un impacto físico, psicológico y social muy importante. El lipedema produce en un 70% de los casos dolores en las extremidades afectadas. En las fases iniciales del lipedema, este dolor puede ser más sutil, pero va aumentando a medida que avanza la enfermedad. Estas molestias suelen estar presentes en reposo y pueden llegar a aumentar al caminar.

Algunos de los factores agravantes del lipedema a parte del dolor, son la inmovilidad o los cambios hormonales, también son algunas de las diferencias entre lipedema y obesidad. Las pacientes que sufren de lipedema tienden a acumular este tejido graso en ambos lados de los tobillos, así como la cara interna y externa de la tibia. Nunca en la zona de los pies. Es importante conocer este tipo de dolores, entender por qué se experimentan y en qué zonas suelen aparecer. En este post te resolvemos estas dudas con el objetivo de conocer más profundamente uno de los síntomas más comunes del lipedema, el dolor.  

Grasa en las piernas, ¿por qué me duelen?

La característica principal del lipedema es la gran acumulación de grasa en las piernas y la desproporción en comparación con el resto del cuerpo. Esto es debido a que las células adiposas aumentan progresivamente de tamaño causando un aumento de la presión de los tejidos, dando lugar finalmente a uno de los síntomas más importantes del lipedema: el dolor.

Estas molestias dificultan el día a día de las pacientes del lipedema, afectando, por ejemplo, al insomnio. Además, este exceso de grasa también produce hematomas y dolor agudo al tacto o al realizar movimientos con impacto, como bajar escaleras a cierta velocidad.

Uno de los síntomas que acompaña al dolor es la pesadez continua de las piernas. Esta, genera una desproporción entre la capa grasa del tronco y las piernas, que se agudiza con el tiempo y según vaya avanzando la enfermedad. Estos síntomas afectan en gran medida a las actividades diarias de las personas y pueden llegar a generar daños permanentes e incapacitantes. 

¿Dónde habitualmente duele más el lipedema? 

Las zonas del dolor del lipedema pueden variar según cada persona. Los dolores suelen ser espontáneos y los afectados experimentan el dolor a la presión e incluso al tacto.

El dolor relacionado con el lipedema aparece simétricamente en ambas piernas y en un tercio de los casos también en los brazos. Estas molestias no suelen afectar ni a la zona de los pies ni a las manos. 

Normalmente, no existen zonas específicas donde se experimente el dolor, pero sí que podemos afirmar que la hiperplasia de grasa aparece en caderas, glúteos, rodillas, pantorrillas y tobillos. 

Cómo puedo combatir el lipedema

El lipedema puede mejorar visiblemente, pero debes tener muy claro que una vez se realice la intervención quirúrgica debes llevar a cabo un cambio de hábitos y un estilo de vida saludable. Tu médico especialista en lipedema te proporcionará las pautas indicadas para cambiar por dentro y por fuera.

También es de vital importancia tener un diagnóstico a medida. Éste, debe realizarse en clínica y por ello el paciente deberá acudir a consulta para que el médico pueda realizar un examen físico detallado. Es fundamental rodearse siempre de los mejores profesionales. Por esa razón, te animamos a obtener un diagnóstico completamente acertado sobre el problema que llevas tanto tiempo intentando solucionar. 

Existen varias técnicas para combatir el lipedema, y entre ellas se encuentra el tratamiento conservador y el quirúrgico. El tratamiento conservador se centra en técnicas no quirúrgicas y se suele realizar en pacientes que se encuentran en un estado inicial de la enfermedad. Por otro lado, es recomendable plantearse la intervención quirúrgica cuando los síntomas impidan desarrollar una vida normal y la calidad de vida se vea afectada negativamente. 

Finalmente, uno de los factores más importantes para poder combatir el lipedema es el cambio en la alimentación. Existen distintas dietas que te ayudarán con esta enfermedad. Entre ellas, se recomienda llevar a cabo la dieta cetogénica, en la que se reduce de manera notoria el consumo de hidratos de carbono. Este tipo de planes nutricionales estarán reforzados por un nutricionista experto, que se adaptará a tus necesidades y realizará un seguimiento continuo, acompañándote durante todo el proceso.

Si tienes síntomas y crees que puedes sufrir Lipedema, no lo dudes más y solicita una cita de valoración en nuestra unidad médica para realizarte un diagnostico de lipedema. 

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